Si alguna vez has retrasado una cita con el dentista, has pospuesto para el próximo mes el propósito de apuntarte al gimnasio y nunca encuentras el momento de ordenar esos malditos papeles o arreglar el grifo de la cocina que gotea... tranquilo, no eres el único. Aplazar los asuntos pendientes, o dejar para mañana lo que podrías hacer hoy, es una costumbre muy humana conocida como Procrastinación.
Procrastinar es el hábito de posponer las actividades importantes para dedicar el tiempo a tareas más entretenidas pero menos relevantes. Hasta no hace muchos años, Procrastinación era una palabra que no conocía casi nadie por fuera del ámbito de la psicología y otras disciplinas dedicadas a estudiar el comportamiento humano.
¿Es un trastorno o solo un rasgo de la personalidad?
Según diversos estudios, el 20 % de los adultos se autoperciben como procrastinadores crónicos, un porcentaje que aumenta hasta el 50 % en la población estudiantil. A tal punto que muchos trabajos aluden al llamado "síndrome del estudiante".
¿Es un trastorno? No, no está reconocido como tal. Es solo una tentación en la cual la mayoría de las personas caen en algún momento. Un especialista en esta cuestión, el psicólogo Joseph Ferrari, profesor en la Universidad DePaul en Chicago, Estados Unidos, explica que "todos procrastinamos, pero no todos somos procrastinadores". Estos últimos son -según esta definición- quienes posponen sus obligaciones de manera recurrente. Es decir, quienes hacen de la dilación una forma de vida.
¿Por qué ocurre este fenómeno?
Existen varias causas:
· Falta de disciplina: dificultades en el manejo del tiempo y la planificación de tareas.
· Problemas con la tarea: Sucede cuando no creemos que es importante llevarla a cabo, o no nos motiva.
· Miedo al fracaso el miedo a equivocarse o fallar genera ansiedad. Malestar que se evita al no iniciar la tarea.
Las personas que procrastinan – con frecuencia – una actividad o tarea de más importancia por otra que suele ser más placentera de menor importancia, tienden a sufrir más estrés y suelen tener una peor salud mental.
Tipos de Procrastinación
· Procrastinación arousal: por activación o cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla.
· Procrastinación evitativo, es lo contrario al anterior. Algunas tareas son evitadas y otras son pospuestas por varias razones como el miedo de fracasar. Es un problema de autoestima.
· Procrastinación decisional: puede ser una combinación de los dos casos anteriores. La indecisión, según el grado del problema, puede ser un problema de salud mental que puede necesitar algún tratamiento psicológico.
Cómo tratar la Procrastinación
La psicología clínica puede ayudar a las personas que experimentan problemas de las consecuencias de la Procrastinación que tengan relevancia clínica y de los síntomas asociados; La Procrastinación tiene unos motivos y factores diferentes en cada persona y, por lo tanto, cada caso se trata de una manera personalizada y tiene una diferente vía de solución.
Si la Procrastinación afecta negativamente al bienestar emocional, nos afecta en la realización de tareas en el día a día, nos causa problemas en el desempeño laboral y es causa de sufrimiento, será mejor en buscar apoyo psicológico o una intervención terapéutica
Referencias
Lieberman, C. (2019, 26 marzo). The New York Time. The New York Time en español. https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/como-evitar-la-procrastinacion.html
Coelho, F. (2019, 28 mayo). Significado de Procrastinar. Significados. https://www.significados.com/procrastinar/
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